No ha tenido tantas portadas como el Audi Quattro ni despierta tantas pasiones como un RS, pero esta berlina es, sin duda, el modelo más importante de la historia moderna de Audi. Es más, de no ser por este coche, no existiría la marca; y todo gracias a la traición de un empleado.

Para no hacer esto eterno, simplificaré mucho qué es lo que había pasado con Audi antes de la Segunda Guerra Mundial y justo después de ella:

August Horch funda la fábrica de automóviles que lleva su apellido en 1899.

En 1909 Horch se ve forzado por sus socios a abandonar la compañía y funda una nueva empresa. Desposeído de los derechos de usar su propio apellido como marca, traduce su patronímico al latín (Horch significa en alemán algo así como “escucha”) y registra el nombre de Audi.

Los problemas financieros mundiales (especialmente en Alemania, que está costeando la reconstrucción de Europa tras La Gran Guerra) llevan a que varias compañías tengan que asociarse para poder superar la crisis. Audi es una de ellas y se asocia con Horch, Wanderer y DKW creando Auto Union en 1932. A partir de ahí, la marca Audi empieza a quedar diluida en medio del conglomerado.

La Segunda Guerra Mundial abre un enorme paréntesis. Los fabricantes de automóviles se vuelcan en producir material bélico por orden suprema y, tras la contienda, las que no acaban en manos de unos u otros ganadores a modo de botín de guerra, se ven obligadas a reinventarse. Ya no son tiempos de cazar récords de velocidad con bólidos y héroes como Bernd Rosemeyer, ahora es momento de fabricar coches baratos, sencillos, fiables y de poco consumo. Así, Auto Union resurge de sus cenizas gracias a los fondos del Plan Marshall y del estado de Baviera en 1949 y se especializa en la venta de utilitarios de buena calidad, pero modestos motores de 2 tiempos de la marca DKW.

Llegan tiempos mejores

El Audi 100 se convirtió en un éxito de ventas y consiguió hacer cambiar de idea a la cúpula directiva de VW sobre el futuro de la marca

Con bastante rapidez, la economía alemana se va recuperando y el mercado busca coches con más empaque. Las ventas de DKW caen en picado y en noviembre de 1958 Daimler-Benz adquiere lo que queda de Auto Union con la intención de lanzar una segunda marca de modelos más económicos que sus elitistas Mercedes-Benz y sacar partido de la fábrica de furgonetas DKW de Düsseldorf.

Mercedes tenía medio desarrollado un prototipo conocido como W118, pero algunos directivos consideraban que no era buena idea desprestigiar el nombre de Mercedes con un modelo más modesto de lo habitual. Poder utilizar otro nombre en su lugar parecía más apropiado. Con Auto Union en la cartera, esto era posible y, además, contaban con otras plantas donde producirlos, así que se enfrascan en el desarrollo de la novísima planta de Ingolstadt para dicho menester.

Desarrollar un nuevo motor compacto de 4 cilindros y cuatro tiempos para el nuevo Auto Union fue una pesadilla. No paraban de retrasarse los plazos de lanzamiento. Apurados, deciden presentar el nuevo Auto Union F102 con un motor de 2 tiempos actualizado. El mercado ya no quería saber nada del humo de los motores de mezcla de gasolina y aceite, por lo que las ventas fueron desastrosas. Intentando salvar la situación envían a Ingolstadt a uno de sus ingenieros, Ludwig Kraus, quien estaría principalmente a cargo del desarrollo del nuevo motor de 4 cilindros y bajo consumo. Nadie hace milagros; los costes y pérdidas siguen aumentando y en Mercedes entran en pánico.

Dicen que, a río revuelto, ganancia de pescadores, y Volkswagen siempre ha sido inteligente en eso de usar la caña. Así, en 1964 le hace una oferta a una desesperada Daimler Benz que no sabía qué hacer con Auto Union. En realidad, VW no quería saber nada de los modelos de Auto Union, lo único que quería era sus fábricas para aumentar la producción de Escarabajos y furgonetas, que se vendían y exportaban como churros.

Una traición muy medida

El nuevo motor desarrollado por el equipo de Krauss destacaba por su eficiencia y consumos.

Volkswagen considera que lo mejor es dar un plazo de transición antes de dar carpetazo a Auto Union y mantienen el desarrollo ya muy avanzado del nuevo motor y lo instalan en un Auto Union F102 que pasaría a llamarse F103 y que sería rebautizado como Audi 60 o Audi 75, dependiendo de la potencia de la versión del motor instalado en ellos.

Esto no suponía mucha inversión para VW, que se lo había encontrado todo casi hecho, así que… ¿por qué no?, además, a lo mejor necesitarían más adelante un motor de concepción más moderna que sus bóxer refrigerados por aire de antes de la Guerra.

Sin embargo, hay una orden expresa de no continuar con ningún otro nuevo proyecto.

Ludwig Kraus, más listo que el hambre, es consciente de las verdaderas intenciones de los nuevos amos. Sabiendo que su pellejo también peligra porque no era necesario desarrollar nada nuevo, decide no hacer caso a sus superiores y continuar en secreto el desarrollo del nuevo modelo que tenían previsto. Para no levantar sospechas, todo se hace en horas libres mientras en las “oficiales” se ejecutan todas las órdenes que llegaban de Wolfsburg.

En 1967 la cúpula directiva de VW acudiría a Ingolstadt con la intención de anunciar el fin de la producción del Auto Union F103/Audi 60 y la reconversión de las líneas de montaje de la factoría para producir los nuevos modelos de VW.

Una sorpresa bajo unos trapos

El interior era luminoso, funcional y con materiales de buena calidad.

Ante tal anuncio, Ludwig Kraus apura las horas y tiene listo un prototipo casi plenamente funcional del nuevo modelo escondido bajo unas mantas y trapos en la fábrica. Esto es lo que se suele describir como una acción “a delito consumado”.

Justo cuando por fin han llegado todos los mandamases a la factoría para comunicar las nuevas directrices, Krauss dice a sus superiores que les quiere enseñar algo. Los dirige a la sala de diseño y ante la mirada atónita de la cúpula directiva, quita los trapos y descubre el primer Audi 100.

El nuevo modelo de Ingolstadt se presenta pocos meses después, en 1968 y de inmediato se convirtió en un exitazo de ventas sin precedentes y tras él llegarían nuevas gamas.

Así es como un desobediente hizo que a Mercedes le saliese un grano en el zapato y Volkswagen consiguió tener en su haber una marca con más empaque que sus populares “coches del pueblo”.

Galería de imágenes del primer Audi 100

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.