Presentado en 1962 como una evolución del Alfa Romeo 2000 Sprint lanzado sólo dos años antes, el Alfa Romeo 2600 Sprint de esta prueba tiene la gloria de ser el último Alfa con un motor de 6 cilindros en línea, la configuración que tantos éxitos deportivos dio a la marca en su época dorada de entreguerras.
El diseño del Alfa Romeo 2000 Sprint presentado en 1960 es obra de un jovencísimo Giorgetto Giugiaro que, con sólo 21 años, fue reclutado por Nuccio Bertone de casualidad al ser presentados por un amigo común apenas un año antes del lanzamiento del modelo.
Los bocetos presentados por Giugiaro entusiasmaron en Bertone y en Alfa Romeo, quienes inmediatamente dieron luz verde al proyecto.
Tras apenas setecientos ejemplares vendidos (varios de los cuales fueron entregados a la policía italiana como vehículos de intervención especial en persecuciones), el Alfa Romeo 2000 Sprint fue reemplazado por el 2600 Sprint en 1962.
Los principales cambios están en su motor, que pasa de un 4 cilindros de 2 litros a un 6 cilindros en línea de 2,6 litros y doble árbol de levas en cabeza que en los coupés y roadsters iría alimentado por una batería de 3 carburadores dobles, con los que la potencia ascendía a unos respetables 145 CV, suficientes para permitir rozar los 200 km/h al Alfa Romeo 2600 Sprint, gracias a su buena aerodinámica.
En el exterior, las únicas diferencias (además de los anagramas de 2600) están en la entrada de aire en el centro del capó delantero y en que tras las llantas delanteras no se ven los tambores de freno, que en el 2600 fueron reemplazados por unos discos para compensar el aumento de potencia y peso. A partir de 1966 también pasarían a ser de disco los frenos del eje trasero.
Alfa Romeo 2600 Sprint: elegancia incuestionable
El diseño del Alfa Romeo Sprint es muy sutil, con los adornos justos para perfilar sus líneas, en las que hay algunos guiños a modelos como los Sprint Speciale. Sus líneas maestras serán empleadas también en los Giulia de esta década y su frontal bastante replicado en los años sucesivos por otros diseñadores y fabricantes, con los 4 faros redondos integrados en la rejilla delantera.
Con 4,6 metros de largo, el Alfa Romeo 2600 Sprint es un GT grande y muy elegante, con un tamaño que permite viajar a 4 personas confortablemente en un interior en el que son recibidos por verdaderos sofás.
El diseño del Alfa Romeo 2600 Sprint es muy moderno para su época, de hecho, estéticamente parece un coche 10 años más joven. Sin embargo, al abrir las puertas el interior es claramente de su época, incluso algo anticuado, con una postura de conducción que, por la ubicación de los pedales, la palanca de cambios y la columna de dirección, es más típica de un coche de los años cincuenta.
Alfa Romeo 2600 Sprint: lujoso en cada detalle
Al Alfa Romeo 2600 Sprint le llovieron críticas sobre su comportamiento dinámico. Se le achacaba un excesivo peso en el eje delantero que hacía que fuese torpe e indigno de un Alfa Romeo. Sinceramente, tras haberlo probado, creo que es cierto que se nota ese exceso de peso en el morro y que la dirección de tornillo y multitud de reenvíos no ayuda, pero sinceramente creo que tampoco es para tanto y que el problema es otro.
Dinámicamente es un coche que se conduce como la mayoría de los modelos de su época, es decir, de finales de los años cincuenta, que es cuando se hizo el proyecto. Sin embargo, su diseño es tan moderno que parece 10 años más joven y tendemos a juzgarlo con los ojos de un conductor de los años setenta, cuando en realidad es un coche mucho más antiguo.
El salto en cuanto a la dinámica de los coches a mediados de los años sesenta fue muy destacable, y este coche fue concebido justo en ese punto de inflexión.
La dirección sí es lenta e imprecisa, pero no más de lo que lo era en la mayoría de sus rivales en la época.
Insisto en que el problema es que parece mucho más moderno. Su carrocería es muy avanzada para su edad y en el interior te encuentras detalles como los elevalunas eléctricos (por cierto, me han sorprendido por su velocidad) que hacen que parezca mucho más moderno de lo que es.
Alfa Romeo 2600 Sprint: música clásica
El motor de 6 cilindros en línea está concebido de forma muy similar al formidable 4 cilindros de doble árbol presentado casi una década antes. Construido íntegramente en aluminio es una mecánica muy moderna, con culatas hemisféricas y un buen rendimiento en su época.
Suena de maravilla, es fino y tiene temperamento. Va asociado a una caja de cambios de 5 marchas, algo también inusual en aquellos años (Porsche tardaría más de 10 años en ofrecerla de serie en los 911) y empuja con dulzura desde el ralentí hasta las 4.000 rpm, momento en el que le cambia la voz y da lo mejor de sí hasta llegar al entorno de las 5.000 rpm, una gozada.
Será el último Alfa Romeo en montar un motor de 6 cilindros en línea.
Alfa Romeo 2600 Sprint: 6.999 ejemplares
Desde su lanzamiento en 1962 hasta 1968 se fabricaron sólo 6.999 ejemplares del Alfa Romeo 2600 Sprint, que sería la versión más vendidas de toda la saga 2600, que contó con 4 carrocerías:
Berlina, diseñada por Michelotti
Coupé Zagato, diseñado por Ercole Spada
Roadster, diseñado por Touring
Coupé Bertone, diseñado por Giorgetto Giugiaro
Por su escasez, es un coche poco conocido en la actualidad y con unas cotizaciones elevadas que oscilan entre los 40.000 y los 70.000 euros, dependiendo del estado de cada unidad.