Acaba de ser elegido el mejor prototipo de todos los presentados en el Salón de Ginebra de 2014, donde le han otorgado del galardón de “Car of the Show“, y la verdad es que viendo las imágenes del Volvo Concept EState uno entiende los motivos.
Este prototipo es el último de una “triada” de concepts que la marca sueca ha ido mostrando en distintos salones: el Volvo Concept Coupé presentado en Frankfurt 2013, el Volvo XC Coupé Concept mostrado en Detroit 2014 y el EState anticipan las líneas maestras de los modelos futuros de la marca.
Por desgracia no he podido sentarme a los mandos de este prototipo, pero sí he tenido la oportunidad de hacerlo en el que ha inspirado sus líneas maestras, el Volvo P1800 ES.
No sólo la carrocería del Concept EState hace guiños a los antepasados de la marca, también el interior cuenta con detalles que son muy del agrado de los apasionados por la marca con el símbolo de Marte (que también es el de Vulcano, el dios de la guerra y el del hierro) en su anagrama.

El diseño del cuadro de mandos, la forma del maletero… sin duda recuerdan a los del P1800 ES, pero un detalle que personalmente me ha parecido sutil y genial es haber grabado la cifra 1959 en las hebillas de unos cinturones de seguridad que, además, están realizados en un tejido de un color muy llamativo, que hace que sean prácticamente lo primero que miremos al ver el interior. Sinceramente, creo que el Volvo Concept EState es un homenaje al elemento de seguridad que más vidas humanas ha salvado en el automóvil.Volvo Concept Estate Ginebra 2014

1959 es el año en el que Volvo decidió instalar el cinturón de 3 puntos de anclaje inventado por su ingeniero, Nils Bohlin, en sus coches. A partir de ahí Volvo y seguridad han ido de la mano en el subconsciente de todo el mundo.

Tres años antes de este hito, la marca sueca presenta su primer modelo de líneas deportivas: el Volvo P1900, que se fabricó durante apenas 2 años y cuya producción de sólo 68 unidades lo ha convertido en uno de los clásicos más buscados en la actualidad. Su carrocería de fibra de vidrio (lo más de lo más en aquellos años) fue un verdadero quebradero de cabeza para la marca, que debía subcontratar su producción y no tuvo la continuidad deseada.

Volvo P1900
El hueco dejado por el P1900 en 1957 se cubrió en 1961 con la presentación del Volvo P1800, un modelo coupé con una preciosa carrocería diseñada por Pelle Peterson y que bajo sus líneas de deportivo escondía la mecánica de una de las berlinas más robustas y parsimoniosas del momento, el PV 544, también conocido como “lomo de gato“.
El precioso Volvo P1800 no empezó con buen pie y estuvo a punto de ser desestimado. Volvo consideraba que no iba a ser capaz de asumir la producción de una carrocería más en su factoría, por lo que empezó los trámites para subcontratar su fabricación al especialista Karmann. Todo estaba listo, pero Volkswagen lanzó un órdago al carrocero de Osnabruck (que fabricaba las carrocerías descapotables del VW escarabajo y los coupé Karmann-Ghia), lo que forzó a Volvo a romper el preacuerdo con Karmann y buscar una solución en el carrocero británico Jensen.

Los primeros Volvo P1800 no salieron con la calidad que la marca sueca deseaba, por lo que forzó la máquina y en cuanto pudo (en 1963) dio cerrojazo a Jensen y trasladó la producción del P1800 a la factoría sueca de Gotemburgo, pasando a denominarse Volvo P1800 S. Esta nueva letra añadida a su nombre da lugar a confusión, ya que los “S” cuentan con 9 CV más de potencia algunos piensan que significa Sport, pero en realidad se refiere a la nueva nacionalidad de su carrocería, ahora sí 100% sueca.

Volvo P1800 ES Marilyn Cole 1973El Volvo P1800 S se ganó al público por sus preciosas líneas, por ser el coche de “El Santo” y por su robustez (de hecho, el coche con más kilómetros del mundo es un P1800 S a punto de cubrir los 5.000.000 de km), pero todo el mundo se quejaba de lo mismo: “falta potencia”.
A lo largo de los años Volvo fue aumentando la cilindrada de su irrompible motor con bloque y culata de fundición gris, desde el B18 (siglas correspondientes al combustible, bencina, y la cilindrada. 1.800 cm3) hasta el B20, o lo que es lo mismo, desde los 100 CV originales hasta los 118 CV del motor 2 litros y los 130 CV de la variante E, con inyección electrónica secuencial Bosch D-Jetronic, introducida en 1970.
Por fin llegamos a 1972, cuando se presenta la variante que, pese a su corta producción (entre 1972 y 1973 se produjeron poco más de ocho mil unidades), más ha marcado el futuro de la marca sueca, hasta el punto de ser la fuente de inspiración para los Volvo del siglo XXI, el Volvo P1800 ES.
De nuevo, pese a haber consultado a diseñadores externos italianos, fueron los trazos desarrollados por “uno de casa” los que se llevaron el gato al agua, por lo que el honor de un diseño tan característico y atemporal recae sobre Jan Wilsgaard.

Volvo P1800 1974
Personalmente, el Volvo P1800 ES me encanta, pero entiendo que algunos lo critiquen y que haya sido ridiculizado y bautizado como “Cindirella´s Coffin“, algo así como “el sarcófago de Cenicienta” por la forma del cristal trasero y laterales, que recuerdan a un coche fúnebre. En el fondo, cuando uno lo admira con detenimiento, es cierto que se ve cierta incongruencia entre la vista frontal (que tiene un diseño muy típico de los años 50) y la trasera, claramente más moderna.
Guste más o guste menos, lo indiscutible es que el Volvo P1800 ES tiene carisma y personalidad, lo que ha hecho que sus líneas aguanten muy bien el paso del tiempo, hasta el punto de inspirar claramente al Concept EState.

Prueba del Volvo P1800 ES de 1973

1973 es un año importante en la historia del Volvo P1800 ES, por un lado porque fue el año en el que se dejó de fabricar, pero sobre todo, por protagonizar las páginas centrales de la famosa revista Playboy, donde Marilyn Cole posa junto a un Volvo P1800 ES de color rosa chicle como la playmate de 1973.

La joya que voy a describir hoy es una de las últimas unidades fabricada en 1973 e importado desde EE.UU. a España años más tarde (de ahí que su matrícula sea de 1976).

Volvo P1800 ES 1974
Su estado es 100% original, tan sólo se ha repintado el capó delantero, contando con un sistema de aire acondicionado instalado a posteriori, que aunque no venía de serie en el coche, es original de la época, por lo que no resta valor al coche, aunque sí espacio.

El color verde metalizado es, para mi gusto, uno de los que mejor sientan a este modelo, ya que hace que destaquen sus abundantes cromados, que después de 41 años están como el primer día.

Me encantan los detalles que veo en su carroceria: la calandra avanzada (que también está presente en el Concept EState), las molduras cromadas de las “alas traseras” alineadas con las cerraduras de las puertas, la cerradura de la luna trasera que enrasa la llave, la tapa del depósito de gasolina sin tapón (algo que empiezan ahora a vender muchas marcas como una innovación…), etc.

Su capó delantero y la escasa altura de la carrocería del Volvo P1800 ES hacen que parezca un coche muy largo, pero en realidad apenas supera los 4 m de largo.

Volvo P1800 1974

Aunque sus dimensiones son más bien compactas, la calidad con la que está fabricado y el grosor de su acero sueco hacen que estemos en un modelo de casi 1.400 kg de peso. Esto hace que sus 125 CV (las restricciones anticontaminantes al otro lado del charco se llevaban 5 CV) parezcan menos, pero el ruido que hacen las puertas al cerrar y ver como ajusta todo después de 4 décadas compensa con creces este “pecado”.

El habitáculo es algo angosto, y aunque está homologado como 4 plazas, atrás sólo podrán viajar dos niños o personas con piernas ortopédicas que puedan dejar en el enorme maletero, porque no hay espacio para ellas tras los respaldos delanteros. En realidad, la gran ventaja de los asientos traseros es la posibilidad de poder abatirlos para aumentar el tamaño del maletero y convertir el P1800 ES en la furgoneta de reparto más chic del mundo.

Como el techo es tan bajo, vamos literalmente sentados en el suelo y con las piernas casi horizontales hasta los pedales. La postura es cómoda una vez te has sentado, pero entrar y salir del coche tiene su enjundia. Otro elemento condicionado por esta estructura es que el freno de mano está ubicado a la izquierda del asiento del conductor, pues el túnel de transmisión nos queda a la altura de las costillas, haber colocado sobre él la palanca del freno de estacionamiento habría hecho que ésta pegase con la luz de cortesía del techo al aparcar el coche.

Volvo P1800 1974

Los asientos de cuero marrón contrastan con la moqueta similar al color de la carrocería casi tanto como los cinturones de seguridad del Concept EState, y ya que hablamos de cinturones, el ES lleva un dispositivo que si al meter la primera marcha no llevamos los cinturones abrochados, hace sonar una chicharra y enciende un chivato “Fasten Belts” (abróchese los cinturones) en el salpicadero.

Una vez sentado y con el cinturón de seguridad abrochado, es una gozada deleitarse mirando el precioso salpicadero repleto de relojes: velocímetro, tacómetro, temperatura de agua, temperatura y presión de aceite, nivel de gasolina, hora… hasta la radio original de Volvo funciona y brilla como el primer día sobre este tablero.

La postura al volante es buena y los mandos quedan a mano, aunque no termino de acostumbrarme a soltar el freno de estacionamiento con la mano izquierda.

Giramos la llave, ponemos contacto y esperamos poco más de un segundo para que la bomba de gasolina deje de hacer ruido y cebe el circuito de inyección ante de darle al arranque. El motor B20 cobra vida al instante con un ronquido que promete sensaciones fuertes.

Volvo P1800 1974

Esta mecánica no tiene nada fuera de lo común salvo que está fabricado de forma tan robusta que Barreiros podría haberlo utilizado como base para hacer motores diésel, pero técnicamente está muy desfasada: culata de fundición, árbol de levas lateral con balancines y empujadores… ni siquiera es de flujo cruzado (la admisión y el escape están por el mismo lado), por eso me llama la atención que Volvo recurriese a la inyección electrónica más sofisticada de la época.

La caja de cambios va ubicada justo a continuación del 4 cilindros, de forma que la palanca ataca directamente el selector, sin reenvíos, lo que le da un tacto preciso y de recorridos cortos. Cuenta con 4 relaciones y un overdrive (supermarcha) que se engrana sin necesidad de pisar el embrague, basta con accionar el interruptor que lo inserta cuando vamos en cuarta y levantar un poco el pie del acelerador para hacer más suave la maniobra.

Volvo P1800 1974

Aunque hay poco cristal desde la cintura hasta el techo, la visibilidad es mucho mejor que en cualquier coche moderno gracias a los finos pilares del parabrisas, así que nos ponemos en marcha.

La dirección es un punto a mejorar en el modelo. No tiene asistencia, y con un motor tan robusto de hierro sueco y unos neumáticos de 195 mm de ancho, en parado hay que estar fuerte para moverlo. En cuanto empezamos a rodar desaparece esa pesadez (aún así no es un ejemplo de suavidad, precisamente), pero surge otro inconveniente: como el cárter del motor ocupa el espacio entre las ruedas delanteras, la barra de dirección tiene un total de 7 rótulas, ya que tiene que ir de la rueda izquierda hasta la punta delantera, cruzar por delante del motor y volver hacia atrás a la rueda derecha. Aunque tengamos todas las rótulas en perfecto estado, es inevitable cierta holgura, que multiplicada por 7 acaba siendo molesta, además de que los sistemas de recirculación de bolas nunca han sido un prodigio de precisión, por eso hoy en día casi todas son de cremallera.

El motor es un percherón. No le gusta girar alto de vueltas, así que el overdrive es ideal para rodar por las carreteras actuales a crucero de 120 km/h, a punta de gas y a unas 3.000 rpm, algo que no se puede hacer con muchos clásicos. En baja y media tiene muy buen empuje, por lo que nos movemos muy cómodamente y aunque la potencia no sobra, tampoco se echa tanto en falta.

Volvo P1800 1974

La suspensión es muy cómoda y el Volvo balancea bastante, lo que unido a su imprecisa dirección hace que desistamos de cualquier pretensión deportiva y nos rindamos a los encantos de rodar plácidamente disfrutando del paisaje tan increíble que se ve, tanto a través de su parabrisas (con esas dos abultadas aletas y el largo capó marcando el camino a seguir), como por sus retrovisores, y es que es una gozada ver esas molduras cromadas que perfilan las cachas de este “fastback”.

Los asientos también son muy cómodos, aunque sujetan mejor de lo que su aspecto pueda parecer, la verdad es que Volvo siempre ha hecho unos asientos formidables en los coches, una tradición que, afortunadamente, conserva hoy en día.

Aparcarlo es un problema, pero no por el tamaño, si no por la pesada dirección, y por el hecho de que el maletero es prácticamente un escaparate y no podremos dejar absolutamente nada en él a la vista. Supongo que su diseñador no tuvo en cuenta que no todos los países son tan civilizados como Suecia en los años setenta.

Hay que devolvérselo al dueño y mientras me alejo no puedo dejar de mirarlo. ¡Qué bonito es!, pero sobre todo, ¡qué bien hecho está!. Me paso el día sentado en coches modernos en los que el salpicadero es en realidad la reencarnación de varios parachoques, y no lo digo porque esté en contra del reciclaje, al contrario, pero creo que es más ecológico conservar y reutilizar que fabricar cosas para que las tiremos a la basura cansados de sus anodinas líneas, porque, seamos sinceros, los coches modernos se van al desguace funcionando perfectamente, pero nos hemos hartado de verlo día tras día para ir al trabajo, volver a casa… Personalmente creo que no me cansaría nunca de ver día tras día este coche y que me llevase y me trajese. Sinceramente creo que ése es el motivo por el que el Volvo de Irv Gordon tiene el récord de kilómetros del mundo. Se buscó un lugar de trabajo lo más alejado posible para pasar cuanto más tiempo mejor a bordo de esta maravilla.

Gracias Cresslime por dejarme pasear con esta joya.

Galería de imágenes del Volvo P1800 ES

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Comentarios (4)

  1. Ismael

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    Al final, he caído y he echado un ojo al reportaje. Me gusta más aún. El color u combinación con el interior, es perfecto. El verde es un color que me gusta en casi todos los coches.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Es un coche fuera de serie y el color le sienta genial con los cromados y formas que tiene

  2. Francisco (Vigo)

    Responder

    Me encanta el coche y el artículo, con la dosis justa de fino humor pero sobre todo con buenos datos sobre marca y vehículo, y curiosidades que no se suelen ver comentadas en otros. Gracias y felicitaciones por otro excelente reportaje.

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