En 1968 se sentaron las bases para crear uno de los automóviles más impresionantes de la historia y, sin embargo, de los más desconocidos: Su Majestad el Citroën SM, el automóvil de tracción delantera más rápido del mundo durante más de 3 lustros.

Pese a que el Citroën DS 23 ya superaba los 140 CV de potencia gracias a la inyección electrónica y las sucesivas evoluciones de su motor con distribución por varillas, la marca francesa seguía acomplejada por las escasas prestaciones de las mecánicas que montaban. Esto era cierto en parte. Por un lado el sistema de suspensión hidroneumática consumía algunos CV de potencia para mover la bomba que daba presión a todo el dispositivo, por otro, eran coches con un bastidor muy robusto y unos trenes rodantes muy sobredimensionados y pesados (el SM llega a los 1.400 kg en orden de marcha), pero por encima de todo, eran capaces de rodar muy rápido de forma tan sencilla que todo parecía demasiado lento para ellos.

Toda una leyenda bajo el capó.

Toda una leyenda bajo el capó.

La firma en 1968 de la compra de Maserati por Citroën abría las puertas a los de los chevrones al banco de órganos de una de las compañías con la mayor fama en la construcción de potentes motores, fuera complejos.

Ese mismo año dio comienzo el «Proyecto S» para desarrollar un automóvil de altas prestaciones que llevaría mecánica Maserati. Para los primeros ensayos el motor se monta sobre una carrocería de Panhard CT24 con el morro alargado para dar cabida a su potente mecánica. Una vez configurada esta mecánica, el Proyecto S continúa las pruebas de su avanzado sistema hidroneumático y el motor sobre un DS con los pasos de rueda ensanchados y un interior modificado para dar cabida a toda la mecánica. Finalmente, con la carrocería definitiva se presenta tímidamente en el Salón de Ginebra de marzo de 1970 y de forma definitiva en el Salón de París de septiembre del mismo año: el Citroën SM (S por el nombre del proyecto y M de Maserati).

Pese a lo vanguardista que era (y sigue siendo en muchos aspectos), el nuevo modelo no logró destacar del mismo modo que lo hizo el DS quince años antes, anulando a todo lo presentado en el Salón de 1955, pero en absoluto pasó desapercibido y nació batiendo varios récords.

Los hitos de Su Majestad el Citroën SM

La imagen trasera es muy peculiar.

La imagen trasera es muy peculiar.

En el momento de su presentación, el Citroën SM era el automóvil de tracción delantera más rápido del mundo. Pese a que sus 170 CV (en la versión alimentada por carburadores) parecían ridículos al lado de los 325 CV del Oldsmobile Toronado, el francés era mucho más aerodinámico y ligero, siendo capaz de alcanzar los 220 km/h, cifra que no llegó a batirse hasta el lanzamiento del Audi 200 Turbo Typ 44 en 1983 con su formidable Cx de 0,33 gracias a los cristales enrasados y bajos carenados.

Sin embargo, no eran los 220 km/h lo más llamativo, sino la facilidad con la que era capaz de rodar a ritmos que exigían mucho más esfuerzo a todos sus competidores. El secreto estaba en su avanzado sistema hidroneumático de suspensión, dirección y frenos, mucho más evolucionado que el presentado en el Citroën DS. La dirección apenas daba dos vueltas entre topes y, además, contaba con un novedoso sistema de centrado automático denominado «Diravi» que hacía retornar al centro el volante aún con el coche parado. Esto significaba que la dirección del SM era el doble de rápida que la de cualquier rival, algo a lo que no estaban acostumbrados los conductores de la época.

El frontal es muy afilado. Lástima que las llantas no sean las de resina de Michelin.

El frontal es muy afilado. Lástima que las llantas no sean las de resina de Michelin.

Los frenos también se mejoraron y su capacidad de detención era asombrosa (era el coche con la distancia de frenado más corta en su categoría), lo mismo que la estabilidad que proporcionaba su suspensión con control de altura constante.

El diseño de la carrocería fue obra de Robert Opron, el mismo genio que se había encargado de remodelar el frontal del DS, de las aerodinámicas líneas del Citroën CX, o del deportivo y exclusivo Alfa Romeo SZ, en el cual introdujo un guiño al SM al implantar sus 6 faros cuadrados en el frontal.

Si por fuera tenía el aspecto de un platillo volante con un morro acristalado, bajo y muy ancho, el interior también sorprendía con unas líneas tan modernas que incluso parecen actuales hoy mismo, con unos asientos muy confortables y de aspecto impecable.

La postura de conducción es casi perfecta.

La postura de conducción es casi perfecta.

Con todos estos atributos, el SM se tuvo que conformar con la tercera posición (con 105 puntos) en el premio del Coche del Año en Europa de 1971, por detrás del Citroën GS (233 puntos) y el VW K70 (121 puntos) que en realidad era un NSU.

Supongo que nadie es profeta en su tierra, porque al año siguiente, el SM fue elegido el mejor coche al otro lado del Atlántico, logrando la primera posición en el Motor Trend Car of the Year de 1972. Tal vez por eso fue el coche elegido por la productora de cine para protagonizar una de las persecuciones con los finales más tristes de la gran pantalla con Burt Reynolds y el Maserati SM (en USA se comercializaba como Maserati, no como Citroën) como protagonistas en «The Longest Yard» («Los Rompehuesos» en España).

El Citroën SM y Burt Reynolds en el cine

Citroën SM Maserati, el motor maldito

El motor apenas se ve oculto tras los tubos y cables.

El motor apenas se ve oculto tras los tubos y cables.

El consorcio se las prometía muy felices con un automóvil que sublimaba todos los adelantos introducidos por el Citroën DS y que añadía, bajo su capó, un formidable motor V6 firmado por Maserati con 2,7 litros de cilindrada y que entregaba 170 CV en las versiones de carburación, 178 CV en las equipadas con la inyección Bosch D-Jetronic (introducida en 1972) y 180 CV en las últimas versiones con la cilindrada subida hasta los 3 litros y con alimentación por carburadores fabricados entre 1974 y 1975.

A diferencia de los motores bóxer, los motores en V comparten dos bielas en cada muñequilla del cigüeñal. Como hay que repartir los 360º de la circunferencia entre 6 cilindros, para que el equilibrado sea perfecto lo normal es que se abran las bancadas que forman la V en un ángulo de 60º (6×60= 360). De este modo las explosiones van perfectamente sincronizadas y «equidistantes» en cada vuelta del cigüeñal. Por contra, en un motor V8 las bancadas suelen formar 90 grados de forma que cada 4 cilindros vayan equilibrados en una vuelta completa (4×90=360). Hay excepciones, porque por ejemplo el motor V8 del Porsche 928 forma 120º, debido a que se buscaba bajar el centro de gravedad y hacer un frontal lo más bajo y aerodinámico posible, pero lo normal es que se busque un buen equilibrado de funcionamiento.

El ancho de vías delantero es mucho mayor que el trasero.

El ancho de vías delantero es mucho mayor que el trasero.

El motor V6 del SM dispone de sus bancadas formando una V a 90º, un ángulo poco habitual. Su diseñador Giulio Alfieri era un genio motorista y creó el maravilloso V8 de Maserati, por lo que la mayoría achaca esta peculiaridad a que, por la falta de tiempo y presupuesto, simplemente se limitaron a eliminar dos de los ocho cilindros del V8 Alfieri. Esto entra dentro de las leyendas urbanas, realmente no hay constancia de ello y no son pocas las publicaciones que afirman que se abrió la V hasta los 90º para dejar un mayor hueco entre bancadas y que el motor fuese más bajo y ancho.

El selector del cambio es una obra de arte y su manejo exquisito.

El selector del cambio es una obra de arte y su manejo exquisito.

Si buscamos en Google radiografías de los motores V8 de Maserati que siempre se nombran para decir que se usaron para crear el del SM quitándoles dos cilindros nos daremos cuenta de que es rotundamente falso que el V6 partiese de uno de ellos. Ni sus cotas interiores se parecen, ni ninguno monta un sistema de distribución con un eje intermedio ni sus culatas se parecen en lo más mínimo, pero ya sabemos cómo va esto de los rumores. Si los repites mil veces acaban siendo verdades para la mayoría.

Las prestaciones se pueden calificar de muy buenas teniendo en cuenta la cilindrada del motor y la época de la que hablamos, pero la finura nunca fue su punto fuerte, precisamente por el ángulo que forman sus bancadas, lo que le otorga una sonoridad característica debido al orden de encendido de sus pistonadas.

El V6 Alfieri llevó al SM a lo más alto al convertirlo en un verdadero «gran turismo» de altas prestaciones, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 8,5 segundos y superar los 220 km/h, pero también fue parte de su leyenda negra.

Con las puertas abiertas parece un avión despegando.

Con las puertas abiertas parece un avión despegando.

Sus casi 180 CV eran sedientos, de modo que la crisis del petróleo de 1973 afectó mucho a sus ventas, especialmente en Europa. Para muchos es la principal causa de que la preciosa historia del Citroën SM durase apenas 4 años, dejándose de fabricar en 1975. Las malas lenguas dicen que Peugeot tampoco veía con buenos ojos que un modelo de Citroën (que en 1975 pasó a ser propiedad de Peugeot) estuviese a años luz del mejor Peugeot, una teoría que personalmente me parece bastante probable.

Lo que desde luego es innegable es que el V6 del SM pasará a la historia como uno de los motores menos fiables. La irregularidad de sus explosiones (debido al ángulo entre bancadas) y el acoplamiento del compresor del aire acondicionado (que está continuamente embragando y desembragándose) someten a unas fuertes vibraciones a la cadena de distribución, que acaba por pasarse y arruinando el motor. Afortunadamente esto tiene solución hoy en día con un kit de fiabilización, pero su precio es elevado y pocos se atreven, aunque, sin duda, el SM lo merece.

Un automóvil precioso.

Un automóvil precioso.

Las versiones de inyección D-Jetronic también tienen mala fama por su complejidad y la tendencia a incendiarse. La temperatura que se acumula en el centro de la bancada del motor y las fugas de combustible en los numerosos manguitos de sus inyectores, bomba, etc., favorecen este mal vicio, bien sencillo de solucionar: basta con emplear mangueras de calidad y buenas abrazaderas y estar pendiente de su estado.

Citroën SM M-4939-AB, una joya en auge

Un automóvil impresionante.

Un automóvil impresionante.

Puedo recordar la primera vez que vi un Citroën SM como si lo viviese ahora mismo. Iba caminando con mi padre de la mano por delante del viejo cine Trianón en León y de repente aparecieron ante mis ojos los 6 faros tras las cúpulas de cristal y una matrícula de Oviedo entre ellos. Yo tendría unos 4 o 5 años y apenas levantaba más que el capó, que me parecía enorme. Era un precioso SM de color azul oscuro metalizado y desde entonces no lo puedo borrar de mi mente.

Gracias a esto de internet un amigo me comentó que había «un SM de ésos que te gustan a ti» cerca de Santiago, así que contacté con el propietario para poder hacer la prueba del coche y publicarla en mi blog.

De este modo nos pusimos en contacto Gonzalo y yo para esta prueba tan singular.

Con la suspensión en la posición más baja, parece un felino durmiendo.

Con la suspensión en la posición más baja, parece un felino durmiendo.

Nada más llegar llama la atención ver al SM agazapado como una esfinge. Tras unas horas apagado, la suspensión pierde la presión y el coche baja hasta casi rozar el suelo. Es algo normal, pero hace que sus 4,89 m de largo parezcan aún más y que resulte enorme.

Al ponerse en marcha llama la atención en sonido de su motor. Pese a que los escapes son nuevos y de acero inoxidable hay una pequeña fuga en las juntas tras el primer silencioso, nada preocupante porque es tan sencillo como apretar bien las abrazaderas y poner una junta tórica de cobre, pero afean el precioso sonido del V6.

Poco a poco el gato se despereza y se levanta como haciendo una reverencia, primero las patas traseras y luego las delanteras, quedando listo para salir de caza.

Las plazas traseras son tan cómodas como aparentan.

Las plazas traseras son tan cómodas como aparentan.

Mi padre no ha querido perderse la oportunidad de saber qué se siente en un coche tan especial, así que para salir de la ciudad me toca ir sentado en las plazas traseras, cuyo acceso es muy cómodo gracias a las enormes puertas y el asiento delantero que se abate y se desplaza. El espacio atrás es sorprendentemente amplio, no es un 2+2, es un verdadero coupé de 4 plazas y con unos asientos que, además de preciosos, son muy cómodos.

El interior del coche está realmente bien, no hay piezas sueltas ni paneles rotos, y los asientos son una delicia. El salpicadero tiene un diseño que sigue siendo moderno 45 años después de su lanzamiento, incluso el aluminio cepillado que lo adorna resulta plenamente vigente. También la llave es plegable, como las que puedes ver en un coche moderno. Sólo la radio, la palanca del freno de mano y algunos pulsadores evidencian que se trata de un automóvil del siglo pasado.

Al llegar al lugar para hacer las fotos puedo ver todo con más calma a la luz del día. La chapa está en muy buen estado, no hay óxidos preocupantes y aunque no es perfecto (algunos paños tienen un tono de pintura diferente) es algo normal. El SM es un coche muy largo y con una distancia entre ejes enorme (roza los 3 m), por lo que es fácil rascarlo en las maniobras, máxime si tenemos en cuenta que el morro es muy ancho (1,83 m).

El portón del maletero abre muy poco.

El portón del maletero abre muy poco.

La carrocería está repleta de detalles de diseño, desde los cristales que carenan los faros y la matrícula, la entrada de aire bajo el paragolpes para enfriar el radiador o las dos aperturas que canalizan el aire a los discos de freno, que están a la salida del diferencial para reducir las masas suspendidas en las ruedas y mejorar la estabilidad y el agarre.

Me encanta el frontal, el espejo retrovisor, la vista trasera… no hay un ángulo desde el que no me enamore de lo que estoy viendo.

El maletero está recién retapizado y no hay rastro de óxido en él. Algo típico ne los hidroneumáticos, que se posan tan cerca del suelo que tienden a rozar con la hierba húmeda y acaban pudriendo la carrocería. En este caso la chapa está muy sana. Por desgracia en el diseño del coche se olvidaron de dejar un hueco para la rueda de repuesto, que ocupa gran parte del maletero.

Su Majestad el Citroën SMAire acondicionado, faros autonivelantes y direccionales (aunque en esta unidad están anulados, seguramente se puedan poner a punto fácilmente), elevalunas eléctricos, dirección asistida variable, suspensión con control de altura… parece que estuviese hablando de un Panamera, pero es un Citroën de 1972 (aunque la matrícula es un año más moderna).

Llega el momento de ponerme tras el volante y ver cómo va este sueño sobre ruedas. La postura de conducción es muy cómoda. Los asientos son excelentes y el volante tiene un buen tacto (aunque el trabajo del tapicero que lo cosió es horrible…). Afortunadamente he probado varios Citroën y rápidamente le cojo el truco a la seta de goma que hace la función del pedal de freno. La frenada se regula haciendo más o menos fuerza sobre ella, pero el recorrido no varía. En cuanto te acostumbras te preguntas por qué no es así en todos los coches.

La dirección es rapidísima. Aunque he probado coches modernos con menos de las 2 vueltas entre topes de ésta del SM (el Mercedes A45 AMG da 1 y 3/4), el SM gira muchísimo más, de modo que está menos desmultiplicada y es muy, muy rápida, la más rápida que he probado jamás. Hay que tener cierta precaución porque las dos primeras curvas vas a girar mucho más de lo que te imaginas. Menos mal que el eje trasero es mucho más estrecho que el delantero, de lo contrario, con 3 metros de batalla acabaría subido en todos los bordillos en las esquinas. Una vez que te haces con ella es una auténtica gozada.

En la posición más alta, la altura libre al suelo es mayor que en la de muchos 4x4.

En la posición más alta, la altura libre al suelo es mayor que en la de muchos 4×4.

El selector del cambio es precioso y preciso. Volvo hizo una copia de él en los V60, pero no logró igualar su belleza ni su tacto. Las 5 marchas entran de maravilla y con precisión, aunque al ser una palanca tan larga, los recorridos son generosos, pero su posición respecto al volante es perfecta, da gusto usar el cambio.

El motor V6 no está bien afinado. La inyección D-Jetronic es excelente, pero necesita estar bien ajustada para rendir todo lo que debe. En este caso la mezcla es muy rica y los cilindros se emborrachan si pisamos con brusquedad el pedal del acelerador, mejor y acelerando progresivamente, dándole tiempo al aire para mezclarse bien con la gasolina.

No me parece un problema interno del motor porque el coche arranca bien y no huele a aceite, de hecho no hay ni una fuga (algo extraño), pero la inyección está claramente fuera de punto, nada que no se pueda solucionar con una revisión y con una utilización algo frecuente para evitar que se estropee la membrana de la sonda de presión del colector de admisión.

El frontal con 6 faros de Oprom volvería en el Alfa Romeo SZ.

El frontal con 6 faros de Oprom volvería en el Alfa Romeo SZ.

Como coche clásico sólo tiene un defecto: el SM era tan moderno en su momento que se conduce prácticamente como un coche actual. Todo es suave en él y tiene unos frenos mejores que los de algunos coches nuevos de los que pruebo cada semana. La dirección, la estabilidad… todo en él hace que no te puedas creer que estás en un coche diseñado hace 45 años, bueno si, la visibilidad. El SM tiene unos marcos del parabrisas muy finos comparados con las columnas jónicas de los coches modernos, lo que hace que tengas la sensación de ir conduciendo en un balcón con las vistas a un capó larguísimo. Si fuese mío creo que lo utilizaría todos los días… que demonios, no lo creo, estoy seguro.

Delante de mí va un Mini Countryman que si lo han comprado nuevo han perdido más dinero en un año con su devaluación que lo que vale este SM y no es ni la décima parte de «cool», pero bueno… para gustos hay colores.

Los chevrones encontraron hueco sobre el capó.

Los chevrones encontraron hueco sobre el capó.

No es una unidad perfecta, pero la base es buenísima, sin óxidos, completo, con una mecánica en buen estado salvo por la necesaria puesta a punto de la inyección. Personalmente me parece recomendable y sin duda es un valor en alza. Los DS este año cumplen 60 años y están por las nubes. Dentro de 5 el SM celebrará su medio siglo y me temo que serán ya algo inalcanzable.

Siempre se me hace duro despedirme de los clásicos que pruebo, pero esta vez es aún más penoso el hacerlo. Por un lado porque el SM está en el «top ten» de mis automóviles de ensueño, pero sobre todo, porque me parece realmente penoso que Carlos Tavares haya anunciado el fin de la suspensión hidroneumática en Citroën después de comprobar, otra vez, cómo ha sido capaz de marcar la diferencia entre un coche y todos los demás. El SM es un automóvil único e irrepetible en el que uno siente que han sido ingenieros apasionados y técnicos quienes lo han diseñado. Ya no hay lugar para dar rienda suelta a la creatividad de los técnicos, ni siquiera en marcas como Ferrari, Rolls… la guadaña de los departamentos de marketing y de economías técnicas se encargan de cercenar cualquier amago de salirse del camino. Hay un proverbio chino que dice «el clavo que sobresale recibe un martillazo«, y el SM sobresalió más que ninguno.

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Comentarios (34)

  1. Mario

    Responder

    Estupendo artículo.

    Impresionante coche, con todas las letras.
    Viendo el vano motor se le congelan a uno las tripas observando semejante complejidad.

    Sería perfecto si esa fiabilidad no se viese lastrada por el V6 de Maserari, y por otros pequeños detalles como la rueda de repuesto o la situación de la radio.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Sí, lo de la rueda de repuesto fue una gran cagada… aunque ahora se puede meter un kit antipinchazos y a correr. Se olvidaron, literalmente de dejar un hueco para la misma durante el diseño del coche, no contaron con que no les cabría sobre la caja de cambios por delante del radiador como hicieron en el DS…
      Un saludo!

  2. Mario

    Responder

    Por cierto, ese mismo SM lo he podido presenciar en persona en el Salón de Vigo de este año. Acabo de darme cuenta al revisar las fotos, con la suspensión bajada.

    INCREÍBLE. Una verdadera «pena» que Citröen haya perdido su esencia al ser absorbida por Peugeot. ¿Nuevo C5 sin Hidractiva? NO, Gracias.

    PD: Soy poseedor de un C5 de primera generación y NO lo cambio por nada.

  3. Rubén Fidalgo

    Responder

    Sí, estos coches es normal que se «agazapen» cuando llevan unas horas apagados, van perdiendo presión y se bajan. Hasta la llegada del Xantia no empezaron a tardar mucho en «bajarse».
    El C5 es un gran coche… lástima que a final de año se acabe su vida comercial y muera la hidroneumática con ella… Creo que Tavares ahí se ha columpiado.

  4. Miguel González

    Responder

    Sublime…

    Y lo del corte de los dos cilindros es una historia totalmente real (corroborada, como bien señalas, por el hecho de tener la cadena de distribución entre los cilindros lo que delata que se partió del V8 al 100%).

    No he tenido la suerte de llevar un SM, pero sí varios CX/BX/XM y a pesar de que Citroën como marca está en las antípodas de mis gustos reconozco que la hidroneumática es una maravilla, y que los franceses la pusieron a punto de maravilla desde un punto de vista de confort puro.

    • Antonio Meura

      Responder

      Creo que acabo de ver este mismo coche hoy, cerca de Balaidos.
      Me he quedado sin palabras.
      Sigue siendo impresionante, muy alejado de la mediocridad imperante hoy en dia.
      Tavares se ja columpiado en muchas cosas.
      Supongo que lo que intentan es vendernos el mismo coche con distintas marcas.
      Habia más variedad hace cuarenta años. Hoy en día es muy monótono

      • Rubén Fidalgo

        Responder

        Hola, sí que era ese coche el que has visto esta mañana por Balaídos, hoy aprovechamos que se aguantó un día bastante bueno para salir a dar un paseo con él antes de comer. Por desgracia, este tipo de coches son irrepetibles. Los fabricantes saben que les queda poco con su modelo de negocio actual y hay que hacer toda la caja posible antes de que se les acabe la racha. Soplan nuevos aires.

  5. Manuel

    Responder

    Soy feliz poseedor de un 1972 Citroen SM carburación y las sensaciones a bordo de este automóvil no son equiparables a ninguna otra cosa. El aplomo y la increíble capacidad del bastidor hace pensar que aguantaría un motor con el doble de caballos. Imagino que si la historia le hubiese permitido evolucionar, se hubiese conseguido un modelo más fiable y potente y seguramente estuviésemos hablando de «otra» Citroen. Siempre que conduzco mi SM la gente pega sus caras a las ventanillas de sus electrodomésticos de transporte preguntándose que demonios es eso que se acerca por su lado. En su época y más en nuestro país imagino que sería como ver un Veyron o un Mclaren hoy en día.
    Exclusivo diseño, un motor de sonido adictivo y una forma de rodar que enamora cada centímetro que recorre.
    Es un coche escaso, complicado y de mala fama pero como dijo un probador especialista de la época, el Citroen SM es una dama de gustos caros a la que hay que mimar.
    Si se le presenta la oportunidad no dude en hacerse con una unidad. Es un automóvil irrepetible y transmite lo que que solo lograría (si eso es posible) con monturas de nobles apellidos como Ferrari, Porsche o Lamborghini….y por mucho menos dinero.
    Y ojo… pregunte a cualquier propietario de Ferrari de la época la fiabilidad y la facilidad de uso de su pura sangre. Esos caballos no suelen abandonar jamás sus lujosas cuadras.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Hola Manuel, muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia. Te he hecho caso y soy el nuevo propietario del coche del que hice el reportaje. Tengo trabajo por delante para devolverle todos sus caballos y el esplendor que se merece. ¿Dónde vives? si estás cerca podemos quedar un día y hacer una comparativa «Weber-Bosch» 😉
      Un abrazo

      • Manuel

        Responder

        Hola. Soy de Madrid. Sería un placer quedar cuando quieras. Cuenta conmigo cuando necesites. Mio coche está en buen estado pero el que aparece en tu prueba parece estar en unas condiciones óptimas.
        En estos coche siempre hay trabajo. Yo ahora estoy pensando en cambiar el silencioso. Es un trabajo que hice hace unos 15 años y nunca lo dejaron bien. Suena y a veces petardea un poco.
        Lo último que le hice fue la hidráulica excepto el disyuntor que me queda pendiente. Así mismo hace poco dejaron de funcionar los elevalunas (iban muy lentos y supuse que ocurriría tarde o temprano)
        Como ves siempre tienen cosas que hacerles pero lo uso con cierta frecuencia los fines de semana y algunas quedadas como la de Villaviciosa.
        Seguimos en contacto. Gracias por tu contstación

        • Rubén Fidalgo

          Responder

          El mío está bien de carrocería y de interiores, pero el motor está completamente fuera de punto, apenas tiene fuerza para salir del garaje. Por ahora, mientras me llega lo básico para hacer una puesta a punto (bujías, cambio de aceite…) me estoy entreteniendo en hacerle cosas pequeñas, limpiar los faros por dentro, arreglar el asiento del conductor que no desliza hacia delante al abatirlo, cambiar las bombillas de los relojes que no lucen, etc. El escape lo tiene nuevo de inox, aunque lo habían montado mal y he tenido que volver a instalarlo correctamente. También pierde el hidráulico de la suspensión delantera derecha y tengo que cambiarle el acumulador del disyuntor, pero son cosas que puedo ir haciendo yo y me encanta hacerlas… aunque ya tengo ganas de poder hacer un viaje con él sin ser un estorbo para el resto del tráfico. Poco a poco y con buena letra ;-). En cuanto esté en orden de marcha los juntamos.

          • Manuel

            Será un placer. Disfruta cada cosa que le hagas. El trabajo será compensado.

      • Ismael

        Responder

        Enhorabuena por la adquisición, una vez que tengas el motor a punto y fiabilizado, no podrás bajar de él. Una auténtica joya con la que sueño que será mi próxima adquisición, para hacer compañía a mi DS23.
        Espero que nos cuentes tus experiencias con él a través del blog.
        Saludos,

        • Rubén Fidalgo

          Responder

          En ello estoy, por ahora ya he solucionado el sistema de los faros direccionales, funcionan perfectamente todos los cilindros (aunque tengo que sincronizar mejor los sensores de posición de las mariposas para que no dé tirones al ir a punta de gas), he cambiado los retenes de los hidráulicos delanteros, el acumulador de presión, encontrado la fuga de gasolina por el aforador del depósito de gasolina, solucionado el fallo de los mandos de la climatización… en fin, poco a poco devolviendo el esplendor que se merece. Una lástima no contar con el menor apoyo por parte de la marca para poder localizar piezas, ni siquiera datos concretos de esta unidad a través del conservatoire de Citroën… parece mentira que una marca que tiene un pasado con tanto esplendor reniegue de él… aunque tal vez sea ése el problema, darse cuenta de que su pasado fue más prometedor que el futuro que parece esperarles.

    • Ulric

      Responder

      Hola,
      Estoy a punto de comprar mi SM. Pero me pregunto si hay talleres capaz de cuidarlo bien en España. En futuro estaré en Motril, y me imagino que no voy a encontrar especialista allá. Pero quizás en Madrid ?
      Si no hay, da igual, iré a Francia – pero el SM sí que lo compro 😉
      Un cordial saludo.
      Ulric

      • Rubén Fidalgo

        Responder

        Hola Ulric, el único taller de confianza que te recomiendo en España para el SM es el de Paco Becerro en Ciudad Real. Realmente es un especialista en DS y en Citroën y en la actualidad está haciendo una restauración completa de un SM de inyección. UN saludo, en cuanto tengas ese SM avisa, estoy haciendo un censo con las unidades que haya en España.
        Un saludo.

  6. SergioQ4

    Responder

    Me compré un Tomica Citroen SM (que siempre me encantó), y lo había tenido hace unos 26 años… se me ocurrió buscar información para recordarla y me encontré con esta prueba ALUCINANTE!!! Sumamente bien redactada, con muchos detalles que desconocía.. y ese matiz de compararlo con la basura impersonal de los automóviles actuales… Sublime, a Favoritos!

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Hola Sergio, muchas gracias. La verdad es que es un coche sobre el que es fácil escribir, porque es apasionante por los 4 costados. Un fuerte abrazo.

  7. F. Menéndez

    Responder

    Otro de mis coches favoritos de siempre (junto con el CX GTi como comenté en otro de tus artículos). Junto al Jaguar XJ-S creo que fueron el trío que más me emocionó en mi infancia y juventud.

    Me alegro que te hayas agenciado una unidad. Espero que la puedas cuidar y disfrutar muchos años. En directo he visto muy pocos SM aunque el último fue hace unas semanas en una concentración de clásicos en el occidente asturiano. Era una unidad de placa del Reino Unido en un estado razonablemente bueno, al menos en lo estético.

    Aparte de éste vi uno hace unos 6 años en el Haynes Motor Museum en el sur de Inglaterra, otro en Oviedo en una concentración de clásicos hará 20 años (el dueño era andaluz y me comentó que tenía otra unidad) y por último uno que vi aparcado en un chalét cerca de Llanes en los años 70 y que me dejó embobado, se podía ver a través de la verja.

    Me cuentan que el cantante y compositor Victor Manuel San José tuvo uno en su momento.

    Espero seguir viendo fotos de tu coche por muchos años.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Me alegro de que te guste esta nave espacial también. Ahora le estoy renovando el motor, a ver si pronto lo puedo terminar y volver a disfrutar. Gastaba mucho aceite por los retenes de válvula y ya aproveché el tener que sacar las culatas para preparar los asientos de válvula para gasolina sin plomo.
      Un saludo, e iré contando más cosas a medida que vaya avanzando… y teniendo tiempo.

  8. Luis Alcalá

    Responder

    Muy buena historia, debidamente documentada. Tengo un SM de 1970 en México. Color oro, edición europea, porque hubo dos modelos; el de importación a Estados Unidos de 4 luces fijas y el Europeo de 6 luces. Saludos.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Enhorabuena!!!!. muchas gracias por compartir con nosotros la experiencia con tu coche. Me alegro de que sea una versión europea, la americana, para mi gusto, pierde mucho encanto con las lámparas sealed beam.

  9. Jaco

    Responder

    Madre …. que maravilla te has pillado.
    Hace años pude pillarme uno, me pedían 1.450.000pts, al cambio de hoy 9000€, no sabes lo que me arrepiento de no pillarlo.
    Tengo o he tenido varios Citroen, actualemente, 2CV (valorando si lo restauro o directamente le saco lo aprobechable y el resto se va a la chatarra), un Xantia Activa (mi coche de diario durnate 15 años, ahora lo tengo jubilado).
    C5 Exclusive, coche de diario junto con un Picasso.
    Ahora estoy en busca y captura de un BX 16v (he tenido 2 turbo diesel, de los que me ha quedado mucho «mono»)
    El clásico que uso habitualmente es un Mercedes 190 16v del 85.
    El SM es una de esas espinitas que quedan clavadas de por vida, son muy buenos coches, cómodo como no había otro en la época y muy rápido y potente.
    Unia un poco los dos mundos que había en la época.
    Si tenías un deportivo, o era Porsche, Ferrari, tenía que ser rudo, ruidoso, dificil de conducir, como mucho de 2 + 2 plazas, no utilizables a diario.
    O era mercedes, Jaguar, Astón Martin, coches con grandes motores, y cambio automático, demasiado cómodos, no transmitían ninguna sensación pero si se podían difrutar.
    El SM no era mucho más complicado de mantener que otros grandes deportivos de la época, es más si querías tener un ferrari o un Lamborghini… agarrate, porque esos coches se echaban muchas horas en el taller.
    Los modelos con carburador cada 5000km, tenían que pasar por taller para hacerles una puesta a punto de la carburación, se iban de punto cada pocos KM, y poner a punto un V8 no es poner a punto un 4L.
    Todos los V8 o V12 tenían propensión a arder, el llevar uno, dos, tres o cuatro carburadores en la parte central de la V, no ayudaba nada, esto es así en todos.
    Es curioso que se le achaque al SM llevar un motor tremendamente complicado, cuando el Maserati Merak montaba el mismo motor y no recibió tantas críticas.
    El SM era un coche muy avanzado para la época, no había mecánicos preparados, añadía un motor complicado a un sistema de suspensión tambien complicado, si hoy llevas a un taller un Xantia activa y a los mecanicos les entran sudores fríos…. imaginar en la época.

    Espero que disfrutes mucho esa maravillosa máquina.

    • Rubén Fidalgo

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      Gracias Jaco, ahora lo estoy intentando poner al 100%… en algún momento de su vida alguien cambió unos casquillos de biela y no usó los correctos y ha rayado el cigüeñal, espero poder terminar su motor antes de febrero y disfrutar de nuevo conduciéndolo. La verdad es que me va a hacer mucho daño en el bolsillo, no me sobran los euros, pero me gusta tanto y disfruto tanto aunque sólo sea viéndolo que ahora ya no hay vuelta atrás con el proyecto.

  10. César Pañeda

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    Lo redescubrí en un anuncio que se emite actualmente, todo en el es excepcional comparado con los modelos actuales (de cualquier marca). Su mecánica si está un paso por detrás (lógico) y la estética de las ruedas no está acorde con el conjunto (según yo). Salud.

  11. Angel Rodríguez

    Responder

    Excelente artículo, excelentes opiniones y como no, un excelente y precioso coche lleno de personalidad.
    Cosa que no tiene la marca. Así les va y así les irá. Una pena.

    Espero que puedas disfrutar conduciendo ese pedazo de historia del motor y nosotros, los aficionados a los coches, disfrutar viéndolo circular.

    Saludos

  12. Aaron Jelley

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    Hola Rubén, primero enhorabuena por el trabajo tan completo y llena de pasión. Es una alegria a ver algo relacionado el SM.
    Acabar a comprar un SM del 1974 IE y busco varios recambios…puedes guía mi en alguna dirección?
    Gracias antemano y por todo que has publicado sobre esa joya de 4 ruedas.
    Saludos Aaron

  13. Juan Antonio

    Responder

    De pequeño veraneaba en Zaraut y me hice amigo de Eric un chico Francés que practicaba surf allá por año 74 ( Yo tenía 12 años). Un día me invitó a ir con sus padres a Mundaka a coger olas. Quedamos al día siguiente y cuando vi el SM que tenían, me quedé de piedra … era como una nave espacial, el viaje fue alucinante para un coche de esa época, la velocidad, la sensación de flotar en las carreteras de la época su diseño exterior e interior eran de ciencia ficción. A los dos años de esa experiencia mi padre iba a cambiar de coche, me emperre y le convencí con 14 años de comprar el Citroen GS ( el vio también esa nave espacial que era el SM), El GS no era lo mismo, pero no defraudó, dando un resultado magnifico (lo heredé yo después de que mi padre ya no conduciese y aprendí a conducir con el. En la actualidad tengo un C5 HDI 160, ya tengo 58 años y el C5 8 años. Creo que intentaré conservarlo hasta que deje ya de conducir, pues conducir un citroen con Hidro neumática es muy diferente a otros coches sobre todo en viajes largos y a estas edades.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Qué buena!!!. Muchas gracias por compartir esta historia y menuda suerte poder haber disfrutado de un SM nuevo… y del GS, menudos cochazos. en efecto, no tienen nada que ver los hidroneumáticos con nada más sobre ruedas y, por desgracia, ya no habrá más.

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Sí, exactamente se fabricaron 12.920 unidades, de las cuales hubo 7 con carrocería de 4 puertas denominados Opera y carrozados por Henri Chapron, 4 descapotables denominados MyLord y también carrozados por Chapron, 1 coupé carrozado por Frua y 3 targas carrozados por Heuliez denominados Espace. Los censos actuales hablan de unos 5.000 supervivientes a día de hoy, aunque el aumento de su cotización está haciendo que muchos que se deban por achatarrados se estén rehabilitando.

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