En este reportaje sobre la Techno Classica Essen 2016 no pretendo abarcar la historia de todos y cada uno de los modelos que se han presentado en la que es considerada la mayor feria de coches clásicos de Europa y una de las tres más importantes de todo el planeta.Dicen que a San Andrés de Teixido va de muerto el que no va de vivo. Al igual que La Meca o el Vaticano son centros de peregrinaje obligado para musulmanes o cristianos, Essen es una de esas citas que un apasionado por la historia del automóvil jamás debería perderse. Para hacernos una idea de la importancia y el alcance de su repercusión, una de las marcas presentes de manera oficial este año ha sido Volvo, una marca que ha declarado que sólo acudirá a un Salón del Automóvil por continente y no ha querido perder la oportunidad de mostrar su nuevo Volvo V90 junto con los 60 años de historia de sus modelos tipo Station Wagon (entre ellos el Volvo P1800 ES) con un stand impresionante… y eso que el modelo ya fue primicia en Europa en el Salón de Ginebra.

En mi opinión, hay tres lugares que todo amante de los coches clásicos debería visitar al menos una vez en su vida si es posible: Villa d´Este en Italia, la Techno Classica de Essen y la colección Schlumpf en Mulhouse nacionalizada y convertida en el Museo del Automóvil de Francia. A mayores, hay otros dos eventos: el Goodwood Speed Festival y Le Mans Classic, también de obligada asistencia. Por desgracia, no todos podemos permitirnos abarcar semejante espectro. Tras muchos años deseándolo, este año por fin he podido asistir a uno de ellos, el de Essen.

Intentar explicar la historia de cada uno de los modelos presentes sería una labor interminable (alrededor de 8.000 vehículos) aunque prácticamente la mitad de los presentes eran Porsche. Hoy de lo que se trata es de intentar expresar qué es lo que uno siente cuando se ve metido en un lugar como la Techno Classica de Essen.

Reportaje sobre la Techno Classica Essen 2016: 27 años de historia

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

Aunque Porsche es la protagonista indiscutible de Essen, Alfa Romeo también dejó alto su pabellón con numerosas piezas excepcionales como ésta.

La primera edición de la Techno Classica de Essen tuvo lugar en 1989 y desde entonces ha sido un éxito que este año se ha repetido y la mantiene afianzada como una de las más importantes del mundo. Casi 200.000 personas visitan cada año esta feria, que en 2016 ha permanecido abierta del 6 al 10 de abril. Casi 8.000 vehículos expuestos en sus 12 pabellones (algunos de ellos con dos plantas) y con una repercusión tan grande, que incluso algunos fabricantes tienen su propio stand oficial, como BMW (de centenario), Mercedes-Benz, Jaguar-Land Rover, Volkswagen (que este año celebraba el 40 aniversario del Golf GTi), Volvo (que también conmemoraba los 60 años de su primer Station Wagon), etc.

Este año, como lleva ya sucediendo algunos años, los grandes protagonistas han sido los modelos de Porsche, con una cantidad de unidades tan elevada que llegas incluso a aborrecerlos y te encuentras pasando ante un 356 Speedster con la misma indiferencia con la que te cruzas con un Dacia en un semáforo.

El coche clásico: una pompa a punto de estallar

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

Las cotizaciones de algunos modelos parece no tener techo.

La situación económica en Alemania (y en algunos países del primer mundo, entre los que no está España, no nos engañemos) está haciendo que el dinero apenas tenga valor y con un interés por los suelos. Esto está provocando que, especialmente las grandes fortunas, estén optando por las obras de arte o el oro como inversión y, en medio de este escenario, está el coche clásico, que se está convirtiendo en uno de los principales valores refugio para muchos inversores. Las cotizaciones que están alcanzando algunos modelos son estratosféricas, con decenas de millones de euros por determinados ejemplares.

En algunos cursos de bolsa que organizamos en la Asociación Universitaria Maravedí, Miguel Ángel López Mendo analizaba cómo se comportaba el mercado echando un vistazo a los titulares de economía de épocas pretéritas. Siempre que en éstos se hablaba de la rentabilidad, de los grandes pelotazos… de la euforia en definitiva, el especialista lo marcaba como una clara señal para abandonar la inversión en los mercados. Efectivamente, en los titulares de meses posteriores se veía claramente que la situación se daba la vuelta y la palabra clave que debíamos buscar en los mismos para entrar de nuevo en bolsa era «desesperación«.

Hace pocas semanas he leído en varios diarios económicos reportajes sobre la alta rentabilidad y recomendando la inversión en coches clásicos como un valor seguro y en alza. Al instante me vino a la mente la imagen de Mendo gritando «cuando hasta el cuñado te lo recomienda, sal corriendo».

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

Hay ejemplares que siempre tendrán un valor real, pero en muchos casos, las cifras de cotización actual son simplemente especulación.

Ésta es la situación en la actualidad. Los coches clásicos están absolutamente disparados (hablo de piezas de colección, no de un VW Escarabajo, con todos mis respetos hacia este increíble automóvil) y en medio de este huracán está Porsche, una marca alemana, curiosamente, de uno de los países que más padece que el dinero apenas reporte intereses y que siempre ha valorado «lo suyo» por encima de lo de los demás.

Los precios de sus modelos no dejan de subir exponencialmente desde hace tiempo, pero especialmente desde que la reciente crisis hizo ver, entre otras cosas, que los bienes inmuebles tienen un peligroso inconveniente: no se pueden mover del sitio hacia lugares que con mejor economía, algo que no sucede con los coches, un bien especulativo fácil de transportar y cambiar de lugar llegado el caso. Modelos de Porsche 911 clásico (anteriores a los 964) que hasta hace 5 años se podían encontrar por cifras en el entorno de los 30 mil euros han triplicado su precio. Incluso coches que hace 10 años eran desconocidos para la mayoría y apenas se cotizaban, como el Porsche 914, se podían ver en Essen a la venta por sumas superiores a los 70.000 euros.

No quiero decir con esto que mañana vayan a caer en picado los precios de los coches clásicos. Habrá piezas casi únicas que siempre tendrán valor, pero otros están claramente sobrevalorados y hay que tener muchísimo cuidado con las réplicas, y no me refiero a Pontiac Fiero disfrazados de Ferrari F40, sino a, por ejemplo, Porsche 911 SC transformados en RS y que se anuncian claramente como réplicas, pero que, en medio de este mercado enfervorizado, se pagan a precios desorbitados cuando su valor real como clásico es prácticamente cero debido a la total ausencia de originalidad. Aquí es donde realmente está el peligro.

Reportaje sobre la Techno Classica Essen 2016: indescriptible

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

La presentación de los coches está a la altura de su calidad y de su valor como piezas históricas.

Como decía antes, poder asistir a Essen era para mí un deseo desde hacía varios años. Tanto lo que he leído sobre esta feria como lo que me han dicho conocidos que han asistido no hacía nada más que aumentar mis ansias por cumplir este sueño.

Normalmente, cuanto mayores son las expectativas que uno tiene sobre algo, mayor es la posibilidad de sufrir una decepción e incluso de llegar a infravalorarlo. Al menos a mí así me ha sucedido en numerosas ocasiones. No ha sido el caso de la Tecno Clásica de Essen, en absoluto. No sólo ha cumplido con las enormes expectativas que sobre ella tenía sino que las ha superado de una manera que no me podía imaginar.

Para empezar, la presentación de lo que uno se encuentra es impresionante, con una luz que permite ver cada detalle e incluso hacer fotos de calidad sin necesidad de objetivos ultra luminosos o un trípode y, para colmo, lo que hay bajo los focos es de una calidad y hay tal cantidad de joyas que uno llega un momento en el que se da cuenta de que está caminando como un adicto al chocolate en la fábrica de Willy Wonka.

Alfa Romeo 6C 2500 ganador en el concurso de elegancia de Pebble Beach, Bentley Gurney Nutting «Blue Train», Mercedes SSK, Lamborghini Miura y Countach de todos los colores y versiones, Porsche 356 preA, Citroën DS Chapron, Maserati 3500, ganadores de las Mille Miglia… no das abasto para procesar todas las piezas únicas que están ante tus ojos.

Para mi sorpresa, uno puede acercarse a estas joyas millonarias mucho más de lo que me esperaba. Acostumbrado a los cordones que te separan varios metros de los coches expuestos como se suele hacer en España (algo que comprendo perfectamente si tenemos en cuenta la cultura mediocre de nuestro país, en el que seríamos capaces de robar uno de los tiradores hechos con ámbar para los interruptores del salpicadero de algún modelo), era extraño ver que podía arrodillarme y ver con detalle elementos como la doble transmisión hacia el eje trasero en un Alfa Romeo de Gran Premio para permitir que el piloto pudiese ir sentado entre ambos árboles y bajar al mínimo la altura del centro de gravedad del coche, contemplar la forma en la que fijaban los tornillos de las aletas de los coches de carreras para que no se desmontasen con las vibraciones provocadas por unos neumáticos y unas suspensiones que tenían que lidiar con pistas por las que hoy en día la mayoría no se atrevería a meter ni un SUV… realmente uno puede disfrutar estudiando cómo eran los coches, cómo estaban fabricados.

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

Detalle de la ventanilla trasera del Alfa Romeo 6C 2500 Superleggera.

Por ejemplo, en el Alfa Romeo 6C 2500 Super Sport con carrocería Touring Superleggera de 1949 de color negro que puedes ver en la galería fotográfica de este reportaje sobre la Techno Classica Essen 2016, el cristal lateral trasero está fabricado de una forma muy curiosa y de material plástico en lugar de vidrio. Estamos hablando de un coche que tiene casi 70 años y emplea un material casi de ciencia ficción en su época para permitir hacer un cierre hermético del cristal de la ventanilla delantera contra la trasera sin un pilar B.

Como éste, hay infinidad de detalles que uno puede admirar porque te dejan verlos muy de cerca, siempre con respeto y cuidado de no rozarlos con la cremallera de la chaqueta o la mochila de la cámara y, por supuesto, sin el típico gesto de paleto irrespetuoso que más de una vez he visto entre mis compatriotas, apoyados con sus vaqueros (con los típicos remaches) sobre las carrocerías de estas piezas casi únicas.

Al regresar de Essen muchos me han preguntado qué ha sido lo que más me ha gustado o qué coche me compraría de los que allí había si pudiese permitírmelo y la pregunta es imposible de responder. Imagínate a un niño al que dejases elegir sólo un juguete en medio de una juguetería repleta de estanterías con los ejemplares más llamativos y con todo tipo de temáticas… así es más o menos como se siente uno allí dentro. Eso sí, confieso que una de las cosas que más me llamó la atención (porque jamás me habría imaginado que pudiese llegar a estar en Essen) fue encontrarme con el camión Futurliner de General Motors, verdaderos escenarios sobre ruedas para realizar presentaciones cruzando todo el país desde 1936 hasta 1956.

Tecno Clásica de Essen: el papel de los clubes

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

El Club Panhard y Citroën llevaron ejemplares muy llamativos de sus modelos

Además de coches, camiones, piezas, restauradores, especuladores, ropa, herramientas, accesorios… en la Techno Classica hay también espacio para los clubes de distintas marcas. Como uno de los fundadores del Club Saab España, siempre he pensado que la labor que hacemos los aficionados por mantener el patrimonio de vehículos clásicos es muy importante, y también, siempre me ha parecido vergonzoso que las marcas no apoyen o incluso menosprecien esta labor.

En la Tecno Clásica de 2016 estaban presentes muchas marcas de manera no oficial gracias a sus clubes, como NSU, Panhard, Saab o incluso Wartburg.

Entre los presentes, para mí fue todo un hallazgo el Club del Citroën SM de Alemania, con gente muy amable que, no sólo me dieron consejos para poner bien a punto el mío, sino que me regalaron un CD con todos los manuales de Taller y reproducciones de todos los catálogos y folletos de presentación del modelo, algo que llevo pidiendo a través de la marca y del Conservatoire de Citroën desde hace más de medio año. Muchas gracias a la gente del Club SM de Alemania… muy triste que sea un simple club el que haga más que la propia marca, aunque no sé de qué me sorprendo conociendo bien la historia de Saab España (quien incluso llegó a amenazarnos con denunciarnos por usar su nombre) y del Club Saab España.

Fotos Techno Classica Essen 2016 de Rubén Fidalgo

Ejemplar de Saab 93A en el Salón de Essen 2016

No es por tirarme flores, pero lo que hicimos en el Club Saab España (en colaboración con el concesionario de Saab de La Coruña) en septiembre de 2010 con la presentación de la última generación del Saab 9-5, el modelo que puso punto y final a la marca, fue algo épico.

Gracias a la gente de Dársena Motor (meses más tarde, en febrero de 2011, reproducido en el Salón de Santiago con Eventos del Motor) y a un grupo de 4 entusiastas de la marca conseguimos reunir un ejemplar de cada uno de los modelos que Saab llegó a comercializar a lo largo de su historia. Sólo hubo dos ejemplares que nos faltaron: el Ursaab (que se fabricó sólo como prototipo para el desarrollo del Saab 92) y el Saab Sonnet I (del que sólo se hicieron 6 ejemplares y no se comercializó de manera oficial). Lograr algo semejante fue todo un hito realmente único que tuvo más repercusión internacional que en nuestra piel de toro, con menciones en varias webs de todo el mundo-entre ellas Saab Central-.mientras en España pasó casi inadvertida, y eso que la prensa nacional estuvo al corriente del evento, pero no acudió. Los motivos de este menosprecio ante algo así no los puedo asegurar, aunque supongo que, si en lugar de haberse realizado en La Coruña, se hubiese llevado a cabo en Madrid o Barcelona habría sido reconocido como algo más importante. También si en vez de un desconocido como Rubén Fidalgo llamando a los medios de comunicación, hubiese sido un presunto ladrón como Urdangarín quien lo hubiese hecho, habría tenido más poder de convocatoria, aunque lo que presentase éste fuese más humo que el que emiten los motores de 2 tiempos de los Saab pre 1966. Sin embargo, creo que el motivo principal es simplemente que en España no hay una afición real por la cultura del automóvil como la que puede haber en Portugal, Inglaterra o Alemania. Por eso es inviable un museo del automóvil rentable en nuestro país y, mucho más, llegar a pretender que exista un salón de coches clásicos que llegue a ser ni la milésima parte de lo que es el de Essen.

 

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Comentarios (5)

  1. Responder

    Borrachera de clásicos. ¿Cuántos días estuviste por allí? Porque para poder ver y digerir todo aquello necesitas mucho tiempo, ¿no?

    ¡Qué maravilla!

    • Rubén Fidalgo

      Responder

      Estuve 10 horas allí metido, desde las 9 a las 19 del viernes y no… no llegan aunque vayas a saco.

  2. MF

    Responder

    Viajar es una de las principales actividades que cualquier persona con inquietudes siempre debe marcarse como prioritaria. Si además es para asistir a eventos relacionados con una afición tan sana y enriquecedora como son los coches, el disfrute está asegurado.

    Me alegro Rubén que hayas tenido esta gran oportunidad y sobre todo y a tenor de tus palabras y fotografías, se comprueba que has aprovechado cada minuto.

    En cuanto a la especulación a la que hoy día está sometido el mercado de coches clásicos e históricos, al final la sobrevaloración descontrolada solo la soportarán en el tiempo los coches que tienen verdaderos méritos para quedar dentro del selecto grupo de los escogidos. Una cosa es conservar y sobre todo DISFRUTAR un coche veterano y otra bien distinta es que tenga la finalidad de convertirse en un bien de cambio. La humanidad una y otra vez vuelve a tropezar con la misma piedra.

    Y en cuanto a tus comentarios sobre los clubes y la escasa afición automovilística en España, que le vamos a hacer, es fruto de uno de nuestros grandes pecados capitales como sociedad: Somos muy envidiosos y eso casa muy mal con la generosidad, la camaradería y sentirse orgulloso de pertenecer a un colectivo de aficionados con intereses comunes, aspectos fundamentales para dar contenido y disfrutar al 100% con los coches y todo lo que les rodea.

    Y ya contarás nuevas andanzas.

    Un abrazo:

    MF

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